viernes, 25 de junio de 2010

Shaila



Para los que conocen a esta banda de la escena under del hardcore-punk de Buenos Aires, no les será difícil relacionar al quinteto liderado por Joaquín Guillen con la resistencia de la cultura. Para los que no la conocen, deben saber que, detrás de una música que insita a chocar la cabeza contra la pared, se esconde una letra muy mentada y que denota alta inteligencia por parte del cantante. Canciones como Sudamérica II: el fracaso regional, el panóptico, y Malinche, por nombrar algunos temas, tienen sus letras basadas en libros (Las venas abiertas de America Latina, de Eduardo Galeano; Vigilar y castigar, de Michel Foucault; y La Maldición de Malinche de Laura Esquivel, respectivamente), son prueba de cómo la cultura puede reinventarse, o ser reinventada, como método para seguir subsistiendo.
La banda esta completamente destinada a hacer críticas sociales, a nivel nacional e internacional, de contextos actuales o ya pertenecientes a la historia escrita, y cuando se trata de esto último, se basa en las temáticas menos abordadas en general, para usar el arte, no solo como un arma de defensa cultural, si no también como una herramienta destinada a la educación o formación de quien los escucha. Un buen ejemplo de esto es la canción la ignorancia es bendición, que hace un planteo de lo que es la educación mediatizada, que a través de los años se ha implantado como un aparato de dominación social, y llama a abrir los ojos, y cuestionar la razón.
Tal vez, Shaila no es el mejor ejemplo sobre mediatización de la cultura, por que a pesar de que cumple medianamente esta función, sobre todo con el hecho de componer sobre libros, ayudando a que el mensaje de estos sea desparramado; no lo hace a un gran nivel, pues no es una banda masiva (ni les interesa serlo), pero es un buen representante de lo que es la resistencia del arte, temática sobre la cual giraba el blog. Con el paso de los años la cultura se ha abierto paso con la evolución del contexto en el que se encuentra, y no solo influye la tecnología, si no, también el factor humano, pues es este quien construye la cultura, la entiende y la modifica. Sin mucha repercusión a nivel mediático, prefiriendo quedarse en la escena under, Shaila uso su arte, sus conocimientos, para rescatar, mutar y relatar su version de la cultura.

Nahuel Alberti

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